El Embruixabruixes del Tibidabo: lo que fue y lo que es

Ferrocarril aéreo con conductor sobrevolando Collserola.
La historia de la primera atracción mecánica del parque, inaugurada en 1915 ha tenido muchos cambios. ¿Te unes a adentrarte en su magia oculta?

Coronando la sierra de Collserola de Barcelona, el parque de atracciones Tibidabo es una exquisitez mire por dónde se mire, ya sea por sus atracciones emblemáticas atracciones de más de 100 años de antiguedad, como por sus vistas. ¿Y qué sucede cuando unimos atracción y vistas panorámicas?  ¡Vamos allá con la historia del Embruixabruixes del Tibidabo!

Ferrocarril Aeri

Remontémonos al 1915, año en el que nace el Ferrocarril Aeri, un tren monocarril colgado, a 120 metros de altura, que hace un recorrido de casi medio kilómetro. Con góndolas de estilo modernista, esta atracción fue ni nada más ni nada menos que la primera atracción mecánica del parque. Para su creación, el arquitecto de la atracción, Marià Rubió i Bellver, se inspiró en el primer monorail inaugurado en 1901 en Wuppertal, Alemania.

“Con dos túneles con espejo y luces de colores, en cada góndola del Ferrocarril Aeri cabían 10 pasajeros y con muchas medidas de seguridad”, plantea Eix del Museu Nacional de la Ciencia y la Técnica de Terrassa. La propuesta fue de especial relevancia en la época porque por una parte, combinaba una parte del trayecto con vistas a la ciudad de Barcelona y otros momentos transcurrían por el interior de los túneles. Por otra parte, se diseñó y fue producida por empresas catalanas.

Además, los visitantes iban acompañados de un conductor y azafatos para que tuvieran una mayor sensación de seguridad. ¡Incluso la atracción tenía un volante! Esta gran atracción se publicitaba como: “Ferrocarril aéreo de la cumbre del Tibidabo. Único en su clase. Viaje sensacional. Túnel fantástico. Gran cascada. Funciona todos los días.”¿Qué más se podía pedir? Estas y más historias las podréis vivir en la visita guiada del Tibidabo: el Tibitour.

Postal mostrando características del Ferrocarril Aéreo, Tibidabo
Postal del Ferrocarril Aeri, hoy en día se vende en las tiendas del Tibidabo

Aeromàgic

En 1989, el Ferrocarril Aeri fue totalmente renovado. La atracción pasó a llamarse Aeromagic y definitivamente perdió las góndolas de estilo modernista. La magia se convirtió en el hilo conductor del trayecto. Aunque no haya casi información de esta reforma, por no decir que no la hay, tal es la estima de algunos por esta versión que mucha gente la siguen llamando a día de hoy Aeròmagic.

El Magatzem de les bruixes i els bruixots

Otra reforma llegó en 2005 y la atracción pasó a denominarse “el Magatzem de les Bruixes i els Bruixots”. El recorrido transcurre acompañado de un audio on-board, es decir, en la misma góndola hay un altavoz con una voz enigmática y divertida que narra curiosidades de las hadas, las brujas y brujos y de lo que verán los visitantes, como si de un trenecito turístico se tratara. Así pues, la voz en off sirve para aportar información extra, por ejemplo, antes de entrar en el primer túnel indica que sirve para descontaminar a la gente. Otro gran uso de la voz es que es útil para generar anticipación: “passarem pels juguets i pastissos encantats (…) i després entrarem al Magatzem de les pors”.

Mi experiencia en el Magatzem de les bruixes i els bruixots del Tibidabo

Aunque esté un poco lejos de ser una atracción perfecta, a mi parecer, y teniendo en cuenta que la nostalgia es traicionera, su magia se respiraba por todos los lados porque podías hasta oler los pasteles encantados. Te colabas en la sala de las pócimas de la atracción. Y hasta había un momento de la verdad. El momento en que los infantes vivían, muy probablemente, uno de sus primeros momentos de tensión moderada.

Aún me vienen recuerdos de montar en ella cuando era una mocosa de 5 años, muchos, sobre todo de la zona “El Magatzem de les pors”. Algunas puertas se abrían y se cerraban solas. Portazos. Mi corazón iba a mil. Una música lúgubre acompañaba el trayecto. Oscuridad y más oscuridad. La música para. La voz en off deja de hablar. Silencio. De repente, una linterna se encendía de la nada. No me daba tiempo a pensar y el duencito de la atracción recitaba ‘¡Guri Guri!’ a toda velocidad. Me sentía con una sensación de alegría porque había sobrevivido una vez más. Cuando tenía cinco años, no había palabras que me despertaran más sobresalto y más felicidad que ‘Guri Guri’ (o ‘Buri Buri’, según a quién le preguntes). Una experiencia redonda para incorporar a la historia del Embruixabruixes del Tibidabo.

L’Embruixabruixes

Finalmente, pasamos al 2016, año en el cual se renovó por última vez el ferrocarril. L’Embruixabruixes también tiene como protagonistas a las hadas y brujas y brujos.

No obstante, el tono de la atracción es mucho más edulcorado, no vaya a ser que los niños sientan un poco de tensión. Dónde antes había máscaras y atuendos de los seres que habitan Collserola, ahora hay proyecciones de flores y setas que parecen hechas con Inteligencia Artificial. Dónde antes había una historia bien hilada de misterio y magia, ahora hay una voz de fondo que no aporta nada y… ¿Luces? Dónde antes había unas figuras de unos enanitos, ahora no hay nada. Nada. En eso se ha quedado l’Embruixabruixes, en tierra de nadie porque no ha llegado a incorporar ninguna tecnología puntera, ni tiene una tematización ni ambientación dignas del Tibidabo, un parque con un gran bagaje.

Un parque cuyo objetivo siempre ha sido ofrecer a sus visitantes las experiencias más novedosas para la época, no tiene por qué priorizar la forma sobre el contenido. ¿Acaso una atracción no puede ser novedosa por tener una historia atractiva y que apele a las emociones de los se montan en ella?

Eso sí, antes de acabar el trayecto podrás saborear una pequeña dosis de nostalgia. El Guri Guri sigue al pie del cañón saludando, de manera más amistosa y pausada, a sus visitantes. Antes de levantarte de la góndola, también te despedirá un bonito collage con la decoración del antiguo Magatzem de les Bruixes i els Bruixots. Es una gran oportunidad para beber un trago, justo, de nostalgia pero sin olvidarse de toda la historia de la atracción y de, sobretodo, pensar que llegarán épocas mejores para la historia del Embruixabruixes del Tibidabo.

Decoraciones antiguas de la atracción Magatzem de les bruixes y els bruixots, Tibidabo
Atrezzo del Magatzem de les bruixes i els bruixots, al final de la nueva renovación l’Embruixabruixes.

Bibliografía y webgrafía

Programador, & Programador. (2025, 13 junio). La revolució industrial en l’entreteniment: història, evolució i conservació de les atraccions emblemàtiques del Tibidabo – AMCTAIC. AMCTAIC -.

Mnactec. (2023, 10 mayo). Parcs d’atraccions. Revista EIX.

Josep, E. Y. (2022, 5 enero). El Tibidabo y Montjuic ofrecen este verano nuevas atracciones. Homenaje Al Parque de Atracciones de Montjuic.

Tibidabo. (s. f.).

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